Los astros implicados con nuestros oídos son el Sol o venus (los 5 sentidos) y cuando hay sordera se encuentran en mal aspecto con el planeta Saturno. Otros autores mercurio-saturno. El planeta Saturno provoca, a lo largo de la vida, una sordera progresiva (como la que padeció Beethoven), debida al endurecimiento de los huesecillos del oído medio e incluso de la membrana del tímpano. Es una afección característica de la vejez que en Astrología está simbolizada por Saturno.

Saturno provoca las dolencias crónicas y asimismo la parálisis y la sordera, al igual que las enfermedades que atrofian los miembros, las de huesos y espina dorsal, las de la piel y los cartílagos..

Hay una clara relación existente entre los oídos y ser receptivo.. La vista es una forma de percepción mucho más activa que el oído…Y también es más fácil desviar la mirada o cerrar los ojos que taparse los oídos. La facultad de oír es expresión corporal de obediencia y humildad. Así, al niño desobediente le preguntamos: ¿No me has oído? Cuando no se quiere obedecer decimos que se hacen oídos sordos.
Hay personas que, sencillamente, no oyen lo que no quieren oír.

Sobre esto habla la biodescodificacion…

La verdad es que denota cierto egocentrismo no prestar oídos a los demás, no querer enterarse de nada. Indica falta de humildad y de obediencia muy tipico en las personas con cuadraturas u oposiciones entre el sol y saturno o entre mercurio y saturno.
Las otitis y los dolores de oídos se dan con mayor frecuencia en los niños en la edad en que deben aprender a obedecer y mostrar mas responsabilidad, cuestiones de saturno. La mayoría de las personas de edad avanzada sufren una sordera más o menos acentuada. La dureza de oído, al igual que la pérdida de visión, la rigidez y pesadez de los miembros, son los síntomas somáticos de Saturno y la edad, todos ellos expresión de la tendencia del ser humano a hacerse más inflexible e intolerante con la edad. El anciano suele perder la capacidad de adaptación y la flexibilidad y está menos dispuesto a obedecer. Este esquema es típico de la vejez, pero, desde luego, no inevitable. La vejez no hace sino poner de relieve los problemas no resueltos y hacernos más sinceros, lo mismo que la enfermedad.
La brusca pérdida de audición es una exhortación a tender el oído hacia dentro y escuchar la voz interior. Sólo se queda sordo el que ya hace tiempo que lo estaba para su voz interior. Tambien observé casos de sordera con mercurio, venus o saturno retrógrados.
Quien tenga problemas de sordera o con los oídos  formúlese estas preguntas:

1. ¿Por qué no quiero escuchar a cierta persona?
2. ¿Qué es lo que no quiero oír?
3. ¿Están equilibrados en mí los polos de egocentrismo y humildad?

4. Cabe la posibilidad de que no sea humilde?… Soy rígido conmigo mismo o con los demás..??

5.  Cabe la posibilidad de llamar la atención al no querer escuchar..?

6. Me ven egocentrico los demás..?

7. Me esfuerzo en escuchar a otros o escucharme..??

 

 

 

ANGEL MIÑAMBRES